La Maison, fascinada por la belleza de los diamantes, hace gala de su pureza en creaciones deslumbrantes. Esta gema, una pieza emblemática artística, ha sido homenajeada desde que Van Cleef & Arpel vendió la primera pieza en 1906, un corazón engastado con diamantes talla brillante, y continúa iluminando sus diversas temáticas, desde la naturaleza hasta la costura.