Una mariposa bate sus alas en el corazón de un delicado ramo de ciclamen para cautivar toda la atención. Su cuerpo, adornado con diamantes, esmeraldas, lapislázuli y esmalte plique-à-jour, aletea sobre la creación y muestra la maestría de Van Cleef & Arpels en Alta Joyería.

Las flores presentan sutiles tonos rosas y violetas pintados con aerógrafo en varias capas sucesivas, idénticos de una flor a otra.

El módulo autómata cobra vida sobre una base compuesta de dos piezas de venturina verde y un cuenco de jade violeta. Estos materiales, armoniosamente salpicado de inclusiones, reflejan el savoir-faire de la Maison en la selección de piedras ornamentales únicas o inusuales en joyería.

Como detalle final, una flor de oro rosa, laca y diamantes sobresale del anillo giratorio situado en la base de la pieza, iluminando el transcurso de las horas.