La Maison presenta un objeto único, en el que las piedras en bruto conviven con nueve creaciones en un precioso retablo.

Rocher aux merveilles, la Roca de las maravillas

Bajo la forma de un paisaje onírico, habitado por una flora y una fauna fantásticas, este encuentro entre la Alta Joyería y la mineralogía inspira una sensación de sorpresa y asombro.

Una creación donde confluyen la Alta Joyería y la mineralogía

Una escarpada montaña de lapislázuli se eleva desde una llanura de cuarzo azul, como en un sueño. A sus pies, agazapada en un bosque de cristales de turmalina, una quimera de piedras preciosas custodia un tesoro: un anillo engastado con una turmalina bicolor. Un unicornio y dos hadas —los otros habitantes de este maravilloso refugio— descansan entre flores bañadas por una cascada de diamantes y zafiros. Este paisaje onírico sirve de puente entre el universo de las piedras preciosas y los mundos imaginarios que alimentan la creatividad de Van Cleef & Arpels.

Un homenaje a la belleza de las piedras

Este objeto, compuesto por piedras en bruto o pulidas y joyas desmontables, ha sido diseñado como una escultura mineral, en la que cada elemento independiente convive en armonía con el conjunto.

 

Se necesitaron casi dos años para dar vida al objeto, junto con sus nueve creaciones. Una vez elegido el diseño entre varias propuestas creativas, los expertos gemólogos se lanzaron a la búsqueda de materiales preciosos que respondieran a los estrictos criterios de la Alta Joyería, tanto para la talla como para las piedras en bruto.

El desafío técnico de un proyecto colectivo

La Rocher aux merveilles (la Roca de las maravillas), un objeto único que cuenta con numerosas piezas transformables, supuso un verdadero desafío para los equipos de la Maison, especialmente para los talleres encargados de su producción técnica. Entre la realización de una maqueta, la escultura de las hadas y el unicornio en cera, el tallado de las piedras, el ensamblaje, la orfebrería, el engaste y el pulido, se necesitaron cerca de 6400 horas para hacer realidad esta pieza.

 

La resolución de los diversos retos técnicos, como la fijación de los elementos entre sí y la creación de los mecanismos para transformar las piezas, necesitó del ingenio de los artesanos. Gracias a esta forma de colaboración, la pieza invita al espectador a acercarse y admirar todos sus detalles y secretos.

    Colocación de la quimera en el bloque de lapislázuli, Rocher aux merveilles. Objeto extraordinario, Van Cleef & Arpels
El desafío técnico de un proyecto colectivo
Pulido del clip Laurier-rose, Rocher aux merveilles. Objeto extraordinario, Van Cleef & Arpels
Engaste de la cola de la quimera, Rocher aux merveilles. Objeto extraordinario, Van Cleef & Arpels
Ajuste de la cabeza de la quimera, Rocher aux merveilles. Objeto extraordinario, Van Cleef & Arpels

El arte de la metamorfosis

La Maison ha concebido este objeto como un paisaje cambiante en el que los elementos pueden extraerse de la base para cobrar nueva vida. Así, la Rocher aux merveilles incluye nueve creaciones de Alta Joyería que pueden lucirse, respectivamente, como anillo, clips, colgante, pendientes y pulsera.