De los años 30 en adelante, la Maison también ha generado sorpresa y asombro con piezas que ilustran su gusto por el misterio: los relojes secretos. Ligero y primaveral, el reloj Marguerite Secrète marca las horas bajo un corazón de zafiros amarillos. En un maravilloso juego del escondite, este revela una esfera de diamantes que evoca el brillo de los pétalos, cuya silueta arqueada de forma fina sugiere la apariencia natural de una flor real.

En consonancia con la tradición de la Maison, que se caracteriza por creaciones transformables, el reloj se convierte en un clip al ocupar el lugar central en el follaje de oro amarillo, tallado mediante técnicas ancestrales de orfebrería. Con su calado pulido, las hojas parecen estremecerse con la brisa, en un juego de brillos y cálidos reflejos.

Van Cleef & Arpels también ha desarrollado un gusto y una maestría únicos por las gemas de color. Los gemólogos trabajan para seleccionarlas según los criterios más exigentes, que se transmiten entre expertos en el corazón de la Maison. En efecto, Van Cleef & Arpels busca cada día la excelencia y es también sensible a la emoción que suscitan sus matices y el brillo de sus colores.

La Maison se centra en la intensidad del color de cada gema, que llama inmediatamente la atención, así como en la belleza del material, el peso, el tamaño o incluso en la elegancia de la forma. Se crea así un encuentro, una alquimia secreta que despierta los sentidos.

Para rendir homenaje a la belleza de las flores silvestres, Van Cleef & Arpels ha creado la elegante y viva colección de Alta Joyería Folie des Prés™. Adornadas con piedras preciosas redondas y en forma de pera, sus creaciones reflejan la diversidad y la armonía de la naturaleza.

En el jardín de Van Cleef & Arpels, el reloj secreto Dahlia de Alta Joyería despliega corola de oro amarillo y diamantes sobre una montura adornada con hojas preciosas.

En cada pétalo se esconde un diamante en engaste cerrado, iluminado por un diamante central. Junto a la resplandeciente gema, tres zafiros amarillos redondos indican la posición del mecanismo secreto: una ligera presión muestra la esfera, adornada con granates espesartinas.

Para aunar brillo y resplandor, Van Cleef & Arpels también se comprometió a resaltar plenamente la belleza de las piedras. Patentada en 1933, la técnica del Serti Mystérieux es probablemente una de las expresiones más elocuentes del arte de la Alta Joyería. Es el resultado de una búsqueda secular constante e incansable que pretende presentar las gemas sobre una montura de metal precioso: hacer que la estructura de la joya sea lo más discreta posible.

Esta técnica, reflejo de la creatividad que anima a la Maison desde su creación, permite que el metal desaparezca en favor de las piedras preciosas: la mayoría de las veces rubíes, pero también zafiros, esmeraldas o diamantes. Una vez engastadas, las gemas, cuidadosamente elegidas, cubren perfectamente la superficie y le confieren un brillo aterciopelado.

El delicado y meticuloso proceso de selección de la combinación específica de gemas destinadas a una misma superficie engastada, proceso conocido como emparejamiento, se guía por la búsqueda de la uniformidad, en constante relación con el Estudio de Diseño que ideó el proyecto. Para crear una ilusión perfecta, cada gema pasa por cuatro etapas de selección: su talla, color, intensidad y brillo deben ser absolutamente coherentes

El secreto de Serti Mystérieux reside en el uso de guías de oro en donde se encajan una a una piedras meticulosamente talladas.

A diferencia de otras técnicas de engaste, el Serti Mystérieux no solo requiere la pericia del engastador, sino también la del gemólogo, el joyero y el "lapidario Serti Mystérieux" especialmente cualificado. Su éxito (que requiere 300 horas de trabajo para un clip) puede ser el resultado de un proceso colectivo realizado por un grupo de artesanos. En esta operación, la comunicación mutua y el acuerdo son fundamentales.

El anillo Cosmos, curvilíneo, se caracteriza por su contraste cromático: los resplandecientes rubíes Serti Mystérieux se combinan con el brillo de los diamantes en una armonía de gemas que evocan la vitalidad de la naturaleza.