Suerte

Suerte en Van Cleef & Arpels

"Para tener suerte, hay que creer en ella", como solía afirmar Jacques Arpels, sobrino de Estelle Arpels. Coleccionista entusiasta, recogía tréboles de cuatro hojas en el patio trasero de su casa en Germigny-l'Évêque, para ofrecérselos a sus empleados junto con el poema inglés Don't Quit.

La suerte, un valor muy apreciado por Van Cleef & Arpels, ha sido una luz que siempre ha guiado a la Maison, inspirando algunas de sus creaciones más icónicas. Los tréboles de cuatro hojas aparecieron por primera vez en los archivos en 1906, junto con una serie de piezas como talismanes de madera, amuletos y hadas benévolas. 

La Maison explora este tema, así como los símbolos asociados, a través de motivos de la suerte y los materiales. En 1968, la Maison creó el primer sautoir Alhambra, inspirado en la silueta del trébol de cuatro hojas. Desde entonces, este motivo emblemático ha dado lugar a innumerables reinterpretaciones.