Savoir-Faire

El guilloché, un savoir-faire que ilumina

las creaciones de Van Cleef & Arpels

El guilloché, una técnica de grabado tradicional inspirada en la orfebrería y el arte culinario, es utilizado por la Maison desde la década de 1910 en objetos, accesorios, relojes y joyas. 

    Clip Papillon de nuit, 1966. Oro amarillo, oro blanco, esmalte, diamantes. Colección Van Cleef & Arpels.

    Clip Papillon de nuit, 1966

    Oro amarillo, oro blanco, esmalte, diamantes

    Colección Van Cleef & Arpels

    Reloj colgante, platino con grabado guilloché y esmalte translúcido, perlas y diamantes, Van Cleef & Arpels.

    Reloj colgante, 1912

    Platino, perlas, esmalte, diamantes

    Colección Van Cleef & Arpels

Dispuestas sobre forma de sol, con líneas onduladas o entrecruzadas, las estrías despiertan sutiles juegos de luz.

Este savoir-faire consiste en grabar delicadas estrías, principalmente en superficies metálicas preciosas, pero también en nácar. Dispuestas sobre forma de sol, con líneas onduladas o entrecruzadas, utilizan sutiles juegos de luz, que cambian según los movimientos.

    Lady Arpels Féérie Rouge, esmalte translúcido sobre oro con grabado guilloché, Van Cleef & Arpels.

    Lady Arpels Féérie Rouge, esmalte translúcido sobre oro con guilloché

Esta estética, presente por primera vez en las esferas de los relojes Van Cleef & Arpels, se extiende en los años hasta las cajas, los polvos compactos y los MinaudièresTM.

    Polvos compactos Daisies, 1948. Oro amarillo, platino, diamantes. Colección Van Cleef & Arpels.

    Polvos compactos Daisies, 1948

    Oro amarillo, platino, diamantes

    Colección Van Cleef & Arpels

    Pitillera con reloj, 1930. Oro blanco, diamantes. Colección Van Cleef & Arpels.

    Pitillera con reloj, 1930

    Oro blanco, diamantes

    Colección Van Cleef & Arpels

En la actualidad, este proceso se centra en las colecciones de Maison, especialmente desde 2018 en las creaciones Alhambra®. El icónico motivo de la suerte también envuelve el oro con grabado guilloché, iluminando este símbolo de la suerte con sus intensos reflejos.