Llegó a poseer una magnífica colección compuesta por más de 300 joyas y objetos preciosos, haciendo gala de una marcada predilección por transformar sus conjuntos tradicionales en piezas más contemporáneas. Era una gran viajera, una clienta habitual del Ritz de París que a menudo alternaba entre su suite y la boutique Van Cleef & Arpels, antes de instalarse definitivamente en Francia, donde frecuentaba los círculos sociales internacionales de élite. 

Durante la década de 1950, los encuentros entre la maharaní de Baroda y Jacques Arpels dieron lugar a numerosos encargos especiales. El collar hindú, encargado por Sita Devi en 1950, fue una de esas creaciones. Compuesto exclusivamente por piedras procedentes del tesoro real de Baroda, presenta 13 gotas de esmeraldas colombianas con un total de más de 150 quilates. La pieza representa una flor de loto que florece en el centro de una gargantilla de guirnalda floral con esmeraldas y diamantes engastados. Las hojas y los pétalos de las flores reflejan el movimiento en un homenaje a la vitalidad de la naturaleza.