Hace medio siglo, Van Cleef & Arpels abrió su primera boutique en Japón (1973) tras su fundación en Francia, en 1906. La Maison siempre ha tenido una conexión especial con la cultura y el arte tradicional japonés. En la actualidad, las artes decorativas francesas y la artesanía japonesa antigua siguen dialogando.

En 2004, se reinterpretó uno de los motivos históricos de Van Cleef & Arpels, la mariposa, en forma de clip de mariposa lacado. Esta pieza es fruto de la colaboración de la Maison con el artista japonés Junichi Hakose. En su taller, situado en la ciudad de Wajima (prefectura de Ishikawa), el Sr. Hakose combina la artesanía tradicional de la zona, Wajima-nuri, y su propia visión del arte del lacado.

Incorpora elementos como la pintura maki-e (rociado de oro o plata) o el raden, que concuerdan a la perfección con el vínculo de Van Cleef & Arpels con la tradición y los Métiers d’art. Desde entonces, la colección se ha enriquecido continuamente con nuevos diseños de mariposas lacadas que encarnan la armoniosa fusión entre el legado de la Maison y la artesanía tradicional japonesa.

Ni Hakose ni los suyos sufrieron daños por el terremoto que sacudió Japón el 1 de enero. Sin embargo, el taller del artista se vio seriamente dañado. Desde entonces, la Maison ha estado en contacto permanente con él y con su equipo para contribuir a su reconstrucción.

"Hemos tenido el honor de trabajar con Junichi Hakose durante los últimos 20 años", afirmó en 2024 Nicolas Bos, expresidente de Van Cleef & Arpels. "Hoy, como Maison comprometida con la preservación del savoir-faire, tenemos la intención de brindarle todo nuestro apoyo".

Este encuentro entre la joyería y la cultura tradicional japonesa dio lugar a una colaboración singular. Después de haber sido elaboradas en Francia, en oro amarillo y blanco, nácar y diamantes, estas mariposas son decoradas a mano con esmero por el Sr. Hakose con laca japonesa y la técnica maki-e. El motivo único de estas piezas de edición limitada se crea en las alas de la mariposa con una amplia gama de técnicas. Desde el lacado japonés hasta la decoración (maki-e, raden, rankaku y mucho más), el proceso de elaboración de la mariposa lacada se prolonga en el tiempo.

Durante los últimos 20 años, estas mariposas lacadas han evolucionado gracias al diálogo entre estas dos culturas. Como explica el Sr. Hakose, "los europeos suelen añadir nuevas características, mientras que los japoneses siempre han intentado reducir o bien omitir". El resultado de este diálogo es visible en el diseño de las mariposas lacadas. Aunque la cultura japonesa tiene su propio encanto, quería entender la cultura francesa y facilitar la comunicación".

Gracias a la implicación constante del Sr. Hakose en el dibujo de "motivos japoneses", se han creado 46 diseños diferentes desde los inicios de la colección. Al principio, el artista se concentró en motivos tradicionales, pero en los últimos años ha concebido escenas modernas, con edificios y paisajes, por ejemplo. Reflejan la creencia del Sr. Hakose, que considera que cada obra de arte tiene una historia que contar. "Cuentan una historia sobre el proceso de producción y las técnicas utilizadas" y "otra historia sobre el motivo que las decora. Es una característica del universo de la joyería, como ha demostrado Van Cleef & Arpels a lo largo de su historia".

Las numerosas piezas creadas atestiguan el carácter universal de esta colaboración. Una de ellas refleja la interpretación moderna del Sr. Hakose sobre los motivos japoneses tradicionales, como Ichimatsu Edo Komon, que rememoran las calles europeas, mientras que la otra evoca las fiestas de fin de año con diseños que recuerdan a las cuerdas yukizuri, el método tradicional para proteger los árboles de la nieve en Hokuriku (norte de Japón). A medida que la laca adopta diferentes tonos en función de la luz ambiental, los motivos están abiertos a la interpretación y sirven como puentes entre diferentes culturas y crean nuevas historias por sí solos.

La naturaleza es una rica y valiosa fuente de inspiración para Van Cleef & Arpels desde su fundación. Las creaciones siempre han destacado por su vitalidad y movimiento, por ejemplo, cuando evocan el cambio de las estaciones o la poesía de una flor en plenitud. Entre estas tradiciones, las mariposas se han convertido en un motivo preponderante, en ocasiones con contornos abstractos. El movimiento etéreo de sus alas y su mágica metamorfosis han alimentado constantemente la imaginación de la Maison.

Gracias a las técnicas japonesas, es posible reflejar la animada danza de este animal en piezas tan delicadas y exquisitas. Los fragmentos de cáscara de huevo, tanto grandes como pequeños, deben disponerse con cuidado para formar un motivo específico y el uso de un pincel ultrafino para dibujar líneas infinitamente finas con un solo trazo requiere concentración y experiencia. Según el Sr. Hakose: "me costó mucho dibujar los tambores y las esferas. Si la línea no es tensa y tirante, no funcionará; no cobrará vida. Para lograr el resultado que deseo, no basta con trazar la línea, sino que hay que marcarla minuciosamente con el pincel."

Asimismo, en el proceso en el que crea motivos con cáscaras de huevo molidas, el Sr. Hakose dispone hábilmente y adhiere los fragmentos, algunos apenas más grandes que una mota de polvo, para crear un motivo. Entre las piezas que crea el artista japonés, para estas mariposas lacadas, especialmente minúsculas, se utilizan diversas técnicas avanzadas que interactúan para imprimir dinamismo y vitalidad en las superficies.

La artesanía francesa y japonesa comparten la idea de crear "objetos que combinan encanto y funcionalidad". Como con las joyas, que brillan más en movimiento, la belleza del lacado también se potencia al usarlo. En palabras del Sr. Hakose, "incluso cuando dibujo un motivo tradicional con técnicas tradicionales, quiero actualizarlo o lograr que perdure en el futuro. En mi opinión, en esto consiste transmitir las tradiciones". Gracias a las mariposas lacadas, las primeras joyas del Sr. Hakose, otra cultura influye en las tradiciones de Japón y fomenta la búsqueda de nuevas facetas.

Estas mariposas lacadas, que ahora vuelan por todo el mundo, ejemplifican la fructífera colaboración entre Japón y Francia. En el futuro, se seguirán transformando, sin dejar de influir en las tradiciones respectivas.